A la luz del día

Ojos que han olvidado el olor de las matas, 

Las calles parecen lejanas,

Las casas son refugios y 

Los arboles se regocijan. 

Me he olvidado de los pájaros, 

Del sonido del rio, 

O de la voz distante de los transeúntes.

He perdido, 

No creo que haya ganado. 

El tiempo

 Cierro los ojos, y 

Como un suspiro desapareces.

Los caminos vuelan, 

Mis manos envejecen, 

Las piernas se cansan. 

El mundo cubierto de neblina. 

Vida o muerte. 

¿Que es de la poesía?

 Sin un amor inconcluso o lejano. 

Sin dos manos corrompidas, 

O el escritor del mal. 

De las tormentas y las borrascas. 

De las noches en vela y 

Los días de ocaso y muerte. 

Del sepulcro en vida

Del cielo rojo,

Del amor no correspondido. 

Del político,

Del docente. 

Del vagabundo.

Del desahuciado. 

Desespero

El huracán en vuelto en sabanas,

El volcán teñido de blanco y rojo.

Los grandes bosques de café y negro. 

Y yo bajo mi mano en la lluvia. 

De azul. 

El azul del océano y del cielo. 

Así como el rojo de la sangre y la vida. 

La nada

 Envuelto sobre dos sabanas, 

O chicles,

O tenedores, 

O grandes gotas de lluvia. 

Me ubico exhausto.

La vida.

Las hojas que caen marchitas. 

Noches

La aturdida mañana,

Y agitada tarde son recuerdos,

De una noche fría y solitaria.

Mis respiros profundos,

Los sonidos circundantes,

¡Que lejanos son!

Mi voz se desaparece en el tumulto del silencio.

Soy mudo

Soy ciego.

La muy muy

La muy entrecortada ama,

¡Grito!

Con voces fuerte,

¡Te ordeno que me dejes!

Tu eres el niño que se fue y 

Nuca regreso.

Sabía muy bien que tus mejillas ya no eran,

Mías, 

Si no de otro dueño.

Tu color me delata,

Tus sueños son grandes,

Y mis esperanzas también.

¡Te amo!

Con una cruz clavada en el pecho, 

y bajo el frio del invierno.

Te odio.

Ansiedad

Un arma, un escudo.

Una pistola y sus balas.

Un anciano, moribundo.

El mundo a sus pies.

Me he caído, en nuestras manos.

Y estoy a merced de usted.

No hay donde huir.

Mis manos de metal,

Fundidas por el fuego,

Por los días.

Por las noches. 

La sociedad

 Con sus grandes arcos de oro, 

y Perlas de diamante.

Caminan desahuciados,

Revisando maletas y

Casas desoladas.

El alma de las cadenas, 

y el grito de las bestias. 

¡Somos humanos!

¡Somos tierra! 

Y soledad, 

Y odio 

Y miedo.