Despedida

 Aquellas mejillas rosadas, 

Sonrisa al viento y mirada fija. 

Clavadas en mi recuerdo,

Las tardes donde las parades coloridas,

De un barro, 

De un azul. 

Y tu desde el patio,

El jardin verdoso de  platanos y preciosas perlas.

De limones y tu de pie como el principal atractor del paisaje. 

No he visto la noche

 Ha caido las flores que un dia estuvieron en tu cabeza,

Alumbraban en la noche fria de un dia seco.

De un dia donde las estrellas no brillaban para ti y los pensamientos,

Te inundaban. 

Como los arboles de tu sentimiento. 

Sos la flor que nunca marchitara, 

Y vivira en un vago y frio recuerdo. 

Pensamiento

 En un dia distante, cuando te fuiste, 

Y dejaste la soledad impreganda del lamento, 

Que los sauces de los soles, escaparon en un momento. 

He sido la noche fria de un dia desierto, 

De un dai de calor que me consumio mi sufrimiento. 

He sido la noche triste, 

He sido el dia y la luz de sucesos que son y nunca dejaran de ser. 

Los ojos que se salen

 Por las mañanas cuando tu pensamiento, 

Se disipa  y tu sentimiento se hace débil como, 

La muerte. 

Los días que algún día soñaste, 

Y que ahora son lejanos recuerdos. 

Como las nubes y el horizonte, 

Que se rinde a tus pies. 

Y tu lo rechazas tranquilamente. 

La chica de los ojos tristes

 La veía atraves de la cortina de sus ojos,

Frios y secos, 

Como un arbol en una isla desierta. 

La veía quieta, sin movimiento, 

La veía bajar, y desnudarse. 

Cantar y llorar en las noches.

Gritar por el d<ño y el sufrimiento de la noche. 

Y de un dia que viene y no es bienvendio al llegar. 

La noche sola

 Cuando las calles se iluminaron, 

Loas arboles descendieron del firmamento. 

Y mi mirada hacia ti, penetrante. 

Estática, en un mundo sin fin, 

Un mundo sin alternativas. 

La vida misma y el sol en su estancia alumbrando. 

Como un todo poderoso.