Cuando las luciérnagas no alumbram
Mis grandes cejas se despeinan,
Y mis manos descubiertas te miran.
Las hojas que se desfloraron,
Caídas en tu cuerpo inerte.
Tus grandes fresas y sandías,
Muertas en el cielo grande.
Me gusta la tarde fría,
Y la noche sombría dónde no encuentro la muerte.
Mis sellos y cafés,
Acabados están.
Es la muerte.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio