Lo innecesario

 Mis respiros, vacíos,

En el día de un mañana,

Que busca la noche,

O que llegue el día. 

Yo he querido la mañana,

Aunque a veces quiero la noche.

Me duelen las caderas,

Necesito un carro.

Ya no me apetecen tus pelos despelucados,

Me voy. 

Soy, 

Y somos,

Lo innecesario.

Bajar la venda

Las nubes están hechas de papel,

Espero que tus caricias sean sinceras.

Mi café cliente frio, me da la desazón, 

de una vida en sí misma.

¡Felicidad!

La distinción

Los honores,

Mi cama de marfil,

Y mis ojos de oro. 

Las mañanas de tierra,

Y los lagos de esmeraldas.

Todo, 

Es mío,

Y a la vez no lo es. 

Urra a la tierra. 

A la vida. 

La vida

Giro en un sentido y otro,

En todos me reencuentro. 

Los días soleados,

Me despiertan y 

Yo me ubico exausto.

Agitado,

Me muevo y no te veo. 

Me arde la cara, 

Luego veo,

Y no te encuentro.

El hotel

Que mis pies temblorosos,

No huyan al sonido de los llantos,

De personas que un día fueron,

O que gritan de placer o dolor.

La soledad y el silencio,

Uff!

Que vacío.

Que tristeza.

Que mañanas o noches,

Desiertas.

Muertas.

Fantasmales.

Las despensas

 Los ratones han decido arruinar mi mañana,

Que ricas patatas,

Con sabor a pescado. 

Las cucarachas posan encima de mí,

Y yo sin cuidado.

Mis besos rotos,

Y mis calzoncillos estropeados.

¡Que buenos son los ratones! 

Ocupo más pescado.

Y cambiar estos zapatos,

Y estos buzos estropeados.

El día

En las tardes,

El aire del horizonte,

Un gran gavilán se ve,

Sin más que poder,

Agarra a un pájaro,

Le despedaza las patas y lo deja sin plumas.

Luego le come sus entrañas,

Y supo,

Y supo,

Que tenía mucho poder.

Sueño

 Son las 12 del mediodía 

Sentado, 

Observando los sonidos. 

Silencio...

El ruido ensordecedor de las máquinas.

Alzo y reconozco el vapor salir de las tejas.

Anunciando un devenir pedecero. 

¡Muerte!

Paz

 Dos lineas, 

Dos casas, 

Dos personas.

Una discusión,

Una noche 

Un día. 

Tu y yo.

Nuestra casa 

Nuestros hijos.

Una vida. 

Amor

Me duele,

Por lo que quise y nunca fue. 

Es probable que mis ojos hayan,

Arrastrado el dolor de los recuerdos del pasado.

Que mi ausencia haya sido en vano.

Sé que tus ojos dulces, 

Serán recordados,

Y también olvidados.

¡Pero sé!,

Que...

Yo seré quien olvide el sabor de tus labios amargos.

Y Tu cabellera enredada, 

Y tus piernas bronceadas.

Y tú cara sonriente.

Y tus bellas manos.

El dolor y la inconformidad

 Hay tantas cosas que me duelen,

Que los días han empezado a zurcar vuelo.

Las noches insuficientes y las horas incompletas.

Los días han emigrado,

Y se han perdido en el ocaso,

En el amanecer,

En la tierra maldita,

En los campos minados,

En los campos mojados.

En el paraíso perdido,

En las montañas estrelladas.

En los carros desiertos.

En mi mirada extraviada. 

Envidia

 Los seres humanos somos inconformes, vivimos una vida imaginaria. Buscamos la aprobación de otros, y vivimos felices por ello. Comprarnos no sé si será algo natural, los animales buscan ser los más fuertes de la manada para poder quedarse con la hembra. Tal vez de ahí viene nuestra imperiosa necesidad de acaparar la atención y ser mejor que los demás; cuando otro es mejor que tú, tiene mejores chicas, y vive mejor que tú, esta en desventaja, lo que produce la vulnerabilidad y baja autoestima de la persona.

Lo que hay que cuestionarse es si es bueno o malo, ya que al comprarse no estás viendo lo que actualmente tienes. Puedes tener una mansión en la actualidad, puedes tener lo que otro desea y no lo ves porque estás cegado viendo lo que otro ha logrado y que tal vez deteste, igual que tú. Lo que me pasa a mi,  en este preciso momento donde caigo en cuenta que tengas multitud de posibilidades y que debo abrir la mente para ver las y hacer las realidad.

Aunque debo admitir que tengo mucha envidia, resentimiento, miedos y ya no quiere sentir más eso, quiero sentirme conforme conmigo mismo y quiero lograr ese estado se que se puede. Se que debo luchar constantemente por conseguir ello, puesto que no es un estado estático, pero se que con perseverancia siempre lograré verme de tal manera. No obstante, lo que he aprendido es que nunca se llega a un estado final, hay muchas metas, y siempre las metas se deben de seguir porque nunca vamos a estar satisfechos del todo y cuando eso pase, sea nuestro fin. 

 Los primeros días

Fueron algo tristes

Mis piernas debilitadas

Fuertes como el acero se volvieron

Y mi mente, 

No paraba de expandirse 

Me gusta las duchas frías,

Tan frías que no puedes dejar de temblar.

Eso me recuerda a la vida.