Conocer
Las naves de diques me dijeron que eras tu.
Un derruido hombre.
¡Fuiste tu!
El que daño unos dias soleados y
Marco el inicio de una temporadas de invierno.
He sabido que tu corazón cálido,
Fue realmente la luna oscura.
Y mis ojos empezaron a botar gotas.
Allí supe que las aves no volaban,
Y los leones no cantaban.
Que mis ojos no podrían ser siempre tuyos,
Ni los tuyos siempre míos.
Que tener frio es ensordecedor,
Pero es mejor que un calor del hielo.
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