Las mañanas
Un nuevo comienzo,
Abrir los ojos y no recordar.
Los arboles y las montañas de un color intenso.
Me aturde la luz del sol,
Y mi cuerpo adolorido del ejercicio?
Espero.
Pero los días fueron,
Y pesaron como un árbol inmenso.
Mi cuerpo adolorido,
Lo físico no tiene importancia,
Cunado lo espiritual es como el hierro.
Los ríos fríos, y los mares calientes.
Y yo despierto en mi propio sueño.
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