miércoles, 6 de septiembre de 2023

Sombilandía

Una reflexión a la contemporaneidad

Con tan solo hechar un vistazo a nuestro alrededor, observamos lo que muchos denominan sombies. Estan por todo lado, en los bares, en los apartamentos y calles, caminan con traje y en uniforme, o simulan caminar. Tan absortos en sus pensamientos, sentimientos, proyectos, y trabajos, somos los humanos, que como máquinas nos asemejamos predecibles y estáticos.
Los sombies personas que convertidas en un ser que sin un rumbo camina o fin solo con la intención de comer, tal cual como humanos luchamos por sobrevivir y por el alimento que nos permite diariamente resistir al doloroso destino de la muerte. Que destino más cruel y del infierno que vivir bajo el yugo del hambre. Ese no es otro que la mayor esclavitud y las más grandes cadenas que puedan existir. 

Diariamente salimos a caminar y sin un rumbo aparente nos encontramos con la necesidad imperiosa de trabajar para poder sobrevivir. Como algunos creen la esclavitud nunca desapareció simplemente cambió de paradigma.
Ahora la esclavitud da felicidad y produce diferentes placeres. Ya el sufrimiento esta tapado por el paliativo del entretenimiento, de las compras o de la aparente felicidad. 

No obstante, ¿que podemos considerar como verdadera felicidad?
 
¿Son muchas cosas entre bailar y cantar? ¿O comer y pasar tiempo con tu familia? Que bonito se ha vuelto estar atados, ultrajados y explotados, teniendo en la imagen tales recompensas que son irrefutables; pero que sin embargo, fácilmente pueden ser herramientas del poder para manipular a la población. Tan oculto, que dolor más rico que no puedo ver ante el ninguna amenaza.


Gracias querido lector por leerme, y no olvides que hay que vivir para ser alguien en la vida. Y trabajar para poder tener nuestras cosas. 

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