La política
Sociedad, cultura y libertad
Me gustaría que todos por alguna vez en su vida, dejarán de pensar en su bien propio y se concentrarán en el bien colectivo. Pero hay que tener valor para hacer lo correcto, la sociedad siempre es coersiva, y los idealismos se estrellan contra la realidad.
Acá en Colombia, las maquinarias politicas dominan el electorado, la conciencia se vende, y la esperanza se pierde. Cada sujeto es destruido, ultrajado, violado, de la peor forma, desde la perdida de su identidad. En la antigua Grecia los ciudadanos eran los únicos que podían votar, los esclavos por el contrario estaban negados a esta privilegio. En la actualidad casi todo el mundo puede votar, sin embargo, no están votando realmente, simplemente lo hacen porque otros le dicen que lo haga. Tristemente, en la actualidad tenemos las peores cadenas, las cuales son las de nuestro espíritu. Estamos inertes en un mundo que nos invade y gobierna. Vivimos la vida de otros.
El poder, la sociedad y la cultura, entorpece obliga, persuade cuerpos y los transgrede convirtiendo la humanidad en una cosa. Así esa cosa es el modelo que se ha propuesto como verdad. Por lo que me pregunto diariamente si estoy viviendo la vida que quiero o básicamente soy un hijo de mi tiempo y no me puedo desprender de tales ataduras. Por tanto, la invitación es ha reflexionar sobre nuestro rol en la vida y la posibilidad de hacer pequeñas acciones que puedan causar una revolución. Aunque lastimosamente, no creo que se logre haciéndolo solo yo, por lo que moriré silenciosamente sin que nada ni nadie sepa de mis luchas.
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